El reciente ratificado Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que está dentro del compromiso programático del Gobierno de nuestro Presidente Gabriel Boric, ha sido también ratificado en 25 países, siendo la primera norma internacional que aborda con un instrumento específico las complejidades del mundo del trabajo, complejidades que por cierto debemos erradicar y dejar de normalizar.
La legitimidad de la construcción de una agenda hacia el trabajo decente, que hemos llamado como Gobierno, viene de la mano con el trabajo realizado para la ratificación de este convenio, ya que es un avance en la materia, donde el tripartismo por su parte valide el diálogo, incorporando la visión de los trabajadores, empleadores y Estado concretando la pertinencia adecuada de como sociedad debemos estar, tanto en el país como en el mundo.
Este Convenio sobre violencia y acoso en el ámbito laboral que entrega orientaciones para que los gobiernos lo aborden desde su legislación, se implementará desde nuestra cartera a través de la actualización de la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, ello con la finalidad de cumplir al 100% con los lineamientos y recomendaciones que entrega el Convenio de la OIT.
En el marco del Día Internacional de la mujer es como se hizo posible, a través de una votación en el Congreso, la ratificación de esta norma que una vez más nos viene a poner en la vanguardia en cuanto a la forma de relacionarnos y de entender que esa es la hoja de ruta. Es tarea de nosotros, como individuos, hacernos cargo del deber que tenemos como sociedad en determinar las líneas base en la forma de convivir como sociedad.
Este Tratado Internacional viene a robustecer las herramientas necesarias para vivir en un entorno libre de violencia y acoso en los espacios, tanto laboral como de género, para así mejorar las condiciones en los lugares de trabajo, ya que muchas veces los trabajadores pasan la mayor parte del día ahí. Este es el camino correcto que como país debemos tomar, fomentar la cultura del trabajo basada en el respeto mutuo sin abusos y con dignidad, eso es lo que hay que normalizar para darle vida, en la medida que el tripartismo se ocupe de ello y genere las acciones necesarias.