Tras la aprobación del salario mínimo en la Cámara de Diputadas y Diputados, estamos dando cumplimiento a un compromiso que está en el programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Las familias chilenas van a pasar de un salario mínimo de $410.000 a $500.000, con apoyo a la pequeña y mediana empresa, con gradualidad en su implementación, y con la convicción de que es necesario para mejorar la vida de las personas de nuestro país, la vida de las familias y la vida de los niños y de las niñas.
La gradualidad del alza del Ingreso Mínimo se propuso de manera responsable, con acuerdo de las MyPymes y un subsidio para ellas. Es necesario pensar en el bien para el país, para las personas, no atrincherarnos y hacer los cambios necesarios para mayor justicia social. Esto es una deuda que tenemos y nos estamos haciendo cargo de ella.
Como Ministerio del Trabajo y Previsión Social, velaremos por todas y todos los trabajadores de nuestro país. Todas las reformas que estamos incentivando poseen dialogo, escucha y sobre todo, acuerdos, y es así como pretendemos seguir avanzando por un Trabajo Decente.
Necesitamos mayor dignidad para las y los trabajadores de nuestro país, ya que detrás de cada uno de ellos hay familias. Estamos conscientes que el alza en el costo de la vida ha sido un problema, y por ello vemos aún más urgente la necesidad del alza del ingreso mínimo, porque también es válido preguntarse, ¿qué hace una familia con un sueldo de 410 mil pesos al mes?.
El trabajo debe ser fuente suficiente para que las familias se puedan mantener, para que alguien que se desempeña a jornada completa todos los días y poniendo todo su esfuerzo, al menos, tenga la posibilidad de hacer que su familia salga de la línea de la pobreza. Eso es lo que se propone, ese es el espíritu de esta iniciativa, por lo que no podemos dejar que los intereses políticos sean más importantes que la calidad de vida de las personas.
Debemos acercar posiciones y no hacer puntos políticos en desmedro de las familias. Como Gobierno tenemos un sólo propósito, mayor dignidad, y por cierto, velar por la capacidad de las pymes para cuidar el empleo. Ambas cosas son necesarias para el país, para dar un salto cualitativo al desarrollo. Podemos avanzar en ambas direcciones resguardando la formalidad y avanzar en productividad.