Una reforma que espera

Las grandes causas en nuestro país se han construido sobre la base de los acuerdos, gracias a la generosidad de personas -que reconociendo sus diferencias-, se han sumado a proyectos transformadores por el bien común de las personas y el desarrollo de Chile.

Así nuestra nación ha construido su independencia, la república y la democracia a lo largo de dos siglos. Esa capacidad de ponerse de acuerdo para enfrentar nuevos procesos históricos, es la que requiere el Proyecto de Ley de Reforma de Pensiones, actualmente en trámite en el Congreso desde el 7 de noviembre del año pasado.

Como Gobierno nos hemos hecho cargo de esta demanda ciudadana, ingresando un proyecto de ley. El diálogo entre los distintos sectores políticos será clave para atender lo que la ciudadanía ha solicitado por décadas: gozar de una vejez digna, una vez que se inicia el proceso de jubilación.

Han transcurrido 8 meses del ingreso del proyecto de ley al Congreso. La ciudadanía lo que espera es que avancemos en un acuerdo, porque ya no está dispuesta a ser testigo de un nuevo proceso fallido y tampoco de una nueva postergación por otros 40 años más.

Nuestra propuesta acoge lo que la ciudadanía ha demandado: pone fin a la discriminación entre hombres y mujeres; considera un apoyo a las mujeres que tienen lagunas previsionales por su desempeño en tareas de cuidado o labores domésticas; y garantiza un incremento de las pensiones reconociendo el esfuerzo individual contributivo.

Es tiempo entonces de retomar las conversaciones sobre este gran desafío, para alcanzar el acuerdo previsional que permita generar mejores pensiones para los chilenas y chilenas.