Nuestro país ha sufrido grandes emociones en un año, ha estado marcado por episodios que resultan muy difíciles de olvidar, que nos manifiestan la necesidad de trabajar con un sentido de unidad sin perder la esperanza, ya que los milagros también ocurren en Chile.
Vivimos un año en el que asumió el gobierno de Chile el Presidente Sebastián Piñera, quien no sólo ha dado muestras de que es capaz de gobernar con todos y para todos, sino que ha dejado en evidencia que el trabajo realizado con la vocación de hacer las cosas bien, con sentido de urgencia y sin escatimar en esfuerzos por conseguir una meta justa, es el medio para convertirnos en una Nación mucho mejor de lo que actualmente somos.
Lamentablemente, pareciera que sólo las tragedias han permitido que nuestras virtudes funcionen plenamente, pero la inclinación a seguir el camino a una sociedad mejor no debe esperar a que aquellas nos azoten. De ahí que resulte necesario que más chilenos y chilenas tengan la convicción de que el diálogo es el camino a las soluciones concretas y efectivas, y que el ánimo de construir es mucho más valioso que aquel dirigido a menospreciar los esfuerzos de otro sin la intención de ser colaborador de la solución. Si podemos levantarnos de los embates de la naturaleza, es porque somos capaces de superar las diferencias que la emoción humana nos impone. Es por ello que este Bicentenario no sólo nos entrega un espacio de encuentro, sino que nos muestra que el futuro será mejor si los corazones de todos los chilenos y chilenas se abren a la comprensión, al respeto y a la tolerancia.
Así, con el íntimo deseo de formar parte de una sociedad integradora, en la cual predomine la razón y la justicia por sobre la indiferencia, es que en conjunto con la Ministra del Trabajo, Camila Merino, extendemos un afectuoso saludo a todos los hombres y mujeres trabajadores de Atacama, quienes día a día consagran su esfuerzo en pos de un futuro mejor; a los emprendedores y emprendedoras, que viven persiguiendo el sueño que los impulsa a trabajar sin descanso, con el anhelo de estar a un paso de alcanzarlo; y también, a nuestros adultos mayores que han entregado gran parte de su vida al país, no dejando jamás de soñar con seguir siendo activos partícipes de una sociedad que los respete y los valore como depositarios de la sabiduría que les entrega la experiencia, voceros de la Historia que cada día vamos construyendo. A todos ustedes, trabajadores y trabajadoras incansables, FELICES FIESTAS PATRIAS Y FELIZ BICENTENARIO.