· 174 fueron mujeres y 20 hombres
· Se espera lograr certificar a mil 800 personas
Con mucho orgullo, una sonrisa de oreja a oreja y acompañados de sus familiares llegaron los casi 200 trabajadores y trabajadoras que transformaron su oficio en una profesión.
Y es que, por medio del SENCE y de Chile Valora, fueron certificados en los oficios de Cajero, Jefe de Sección, Manipuladora de Alimentos, Operador de Carnicería y Reponedor de Abarrotes.
De las comunas de Tomé, Concepción, Los Ángeles, Hualpén, Cañete, Curanilahue, Tirúa, Los Álamos, Arauco, Cañete, Contulmo, Coronel, Penco, San Pedro de La Paz, Chiguayante, Hualqui, Lota Santa Juana y Florida fueron quienes decidieron tomar el desafío y acreditar sus estudios.
El Seremi del Trabajo Y Previsión Social, Carlos Jara Bustos, explicó que con estas validaciones, el Gobierno los está preparando presentar de mejor manera sus trabajos.
“Hay que invertir en las personas y esto es una muestra concreta de este espíritu. Además hay que agradecer a los trabajadores y trabajadoras que se atrevieron a tomar el desafío y culminar con honores, así como a las empresas que participaron.”
Agregó que ahora “Podrán acreditar que son expertos en su área y que saben muy bien cómo hay que hacer las cosas.”
El Director Regional del SENCE, Óscar Aliaga, detalló el camino recorrido.
“Es un trabajo conjunto con las empresas donde se han determinado específicamente algunos perfiles que aportan en el proceso de la economía regional. Queremos alcanzar a mil 800 personas en la región en materia de certificación.”
LOS ESTUDIANTES
La sala fue tomada en un gran porcentaje por mujeres. De los 194 trabajadores y trabajadoras, 174 fueron mujeres y solo 20 del total hombres.
Destacaron por su alegría y los múltiples ramos de flores que les obsequiaron.
María Elena Vallejo, llegó desde Coronel para recibir su anhelado cartón y explicó los beneficios que esto traerá para ella “Me parece excelente, son más oportunidades para nosotras las trabajadoras así q es espectacular. Uno jamás termina de aprender, siempre es bueno.”
Por su parte, Adela Umaña, oriunda de Tomé, no logró disimular su alegría “A mi edad me siento orgullosa. De hecho, terminé de estudiar para poder recibirme de este curso. Me siento muy orgullosa de mi misma”
Alba Betanzo, estuvo acompañada por un de sus hijas, y su marido, quienes la vieron estudiando y comentaron que fue muy aplicada durante el proceso. “Habían 7 cupos en mi trabajo y en uno de esos me llamaron… Yo feliz. Nos fueron a capacitar por sobre lo que ya sabíamos y nos sirvió mucho”.
Además de capacitarse, según su familia, sirvió como un ejemplo para sus dos hijas estudiantes.