Uno de los mayores problemas que tenemos como sociedad a nivel nacional es el trabajo infantil, y si bien hemos avanzado en la disminución de las cifras, aún nos queda mucho trabajo por delante.
Tan sólo en la macrozona norte el trabajo infantil bordea el 5,5%, que si bien es menor a los índices en el sur del país, no quiere decir que esto le quite gravedad al problema en el norte, pues de ese 5,5% el 4,9% son trabajos peligrosos, que pueden dañar gravemente la integridad del niño o niña, por lo mismo es que si bien en términos numéricos el problema es menor a otras zonas del país, no deja de ser importante que hagamos un esfuerzo todos para erradicarlo definitivamente, y que nuestros niños y niñas tengan una infancia sana y libre de riesgos como son la calle, el alcohol, las drogas y la explotación.
En este sentido, estamos trabajando junto al Comité Regional por la Erradicación del Trabajo Infantil, instancia liderada la Seremía del Trabajo y Previsión Social y que está integrado por Oficina de protección derechos infanto adolescentes de La Serena y Coquimbo, Proniño (Fundación Telefónica), Corporación Opción, Carabineros, Policía de Investigaciones, ONG Paicaví, Central Unitaria de Trabajadores, las Seremías de Educación, Justicia, Desarrollo Social, Dirección del Trabajo y Sename.
Recientemente este Comité efectuó una jornada de trabajo donde se contó con profesionales del Observatorio contra el Trabajo Infantil y cuyo objetivo fue consensuar la Estrategia Regional para la Erradicación del Trabajo Infantil, la cual quedó definida en base a 4 ejes fundamentales: Círculo de la pobreza, educación, tolerancia social, información y conocimiento.
Paralelo a ello, el Comité propuso que se realice un catastro nacional y regional para definir en detalle la cantidad de niños y niñas que realizan algún tipo de trabajo. En este punto cabe mencionar que sólo pueden trabajar los jóvenes entre 15 y 17 años, previa autorización de sus padres, y siempre y cuando no sean trabajos pesados o alguna de las peores formas de trabajo infantil como por ejemplo: la explotación sexual comercial.
Sin embargo pese a los esfuerzos de las autoridades, es fundamental el apoyo de la comunidad en sus respectivas familias y hogares, debemos sensibilizar a la comunidad, a los padres, madres y a los empresarios para que nuestros niños no sean involucrados en trabajos desprotegidos.