Garantizar el bienestar de los trabajadores, a través del respeto a sus derechos esenciales, es uno de los objetivos de las buenas prácticas laborales. A partir de esa óptica, encontramos una serie de mecanismos, que ayudan a concretar de buena forma esta finalidad. Entre ellos, la existencia de un entorno laboral donde se cumpla y se hagan valer las condiciones (tal como lo señala la OIT en su definición de Trabajo decente) de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana.
Para esto, es necesario que las empresas se encarguen de otorgar vías de perfeccionamiento constante, donde el trabajador se sienta considerado y necesario- además de crear mecanismos que ayuden a mejorar las relaciones internas dentro de la entidad. De esta forma, tendremos un progreso notable y continuo.
La instalación de acciones que apunten a mejorar el clima institucional, se hace altamente necesario principalmente porque el trabajador pasa parte importante de su tiempo dentro del entorno laboral. Es por eso, que las empresas deben considerar la generación de vías que ayuden al desarrollo de una cultura de prevención y promoción de la salud y autocuidado. Sólo de esta forma tendremos una mejor calidad de vida en este ámbito- ya que se debe empezar de la base, es decir; por su gente, por su bienestar.
Además se deben otorgar espacios para la libertad sindical; la cooperación mutua entre trabajadores y empleadores (a través de un diálogo fluido) y la planificación anticipada para la superación de conflictos, entre otros aspectos. Sin duda, todos factores importantes que ayudan a mejorar las relaciones internas y de este modo lograr la excelencia institucional. Esto último, a través del fortalecimiento de diversos factores, tales como el respeto mutuo y la no discriminación.
Para esto, es necesario que las empresas se encarguen de otorgar vías de perfeccionamiento constante, donde el trabajador se sienta considerado y necesario- además de crear mecanismos que ayuden a mejorar las relaciones internas dentro de la entidad. De esta forma, tendremos un progreso notable y continuo.
La instalación de acciones que apunten a mejorar el clima institucional, se hace altamente necesario principalmente porque el trabajador pasa parte importante de su tiempo dentro del entorno laboral. Es por eso, que las empresas deben considerar la generación de vías que ayuden al desarrollo de una cultura de prevención y promoción de la salud y autocuidado. Sólo de esta forma tendremos una mejor calidad de vida en este ámbito- ya que se debe empezar de la base, es decir; por su gente, por su bienestar.
Además se deben otorgar espacios para la libertad sindical; la cooperación mutua entre trabajadores y empleadores (a través de un diálogo fluido) y la planificación anticipada para la superación de conflictos, entre otros aspectos. Sin duda, todos factores importantes que ayudan a mejorar las relaciones internas y de este modo lograr la excelencia institucional. Esto último, a través del fortalecimiento de diversos factores, tales como el respeto mutuo y la no discriminación.