Opinión: Modernización Laboral a la medida de todos

Durante estas semana mucho se ha debatido acerca de las jornadas de trabajo, algunos con ideas que invitan a soñar, pero que no se condicen con la realidad que vive nuestro país.

Hoy los trabajadores demandan más tiempos con sus familias, disfrutar de su tiempo libre y por sobretodo requieren un empleo con mejores sueldos que les permitan acceder a una mejor calidad de vida.

Es en este sentido donde apuntan las iniciativas del gobierno de nuestro presidente Sebastián Piñera que invitan a una nueva ley de Modernización Laboral para la Conciliación Trabajo, Familia e Inclusión.

Nuestro Ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, ha sido claro en señalar que el proyecto presentado por el gobierno propone una reducción de jornada, pero protegiendo las remuneraciones del trabajador y el empleo, no como el que se ha planteado de forma engañosa que sencillamente reduce la jornada manteniéndola rígida, exponiendo a las personas a que su sueldo caiga precisamente porque no pueden adaptar su horario de trabajo.

Es por eso que enfatizamos en la flexibilidad de jornada que requieren los trabajadores y es con este objetivo que la propuesta del Gobierno contempla establecer que la jornada se distribuya en no menos de 4 ni más de 6 días. Así, por ejemplo, los trabajadores podrían prestar servicios de lunes a jueves, y descansar viernes, sábado y domingo, lo que llevará a una reducción a 41 horas promedio semanales.

En Chile se puede hacer una reducción de jornada, pero hay que hacerla bien porque lo que queremos de verdad es que el trabajador tenga mejor calidad de vida. Tenemos la convicción que la jornada en Chile debe ser flexible y que se adapte a la realidad de cada trabajador, para que éste gane días de descanso y no solamente unas horas menos de trabajo cada día, sin afectar su sueldo ni su productividad.

Finalmente invitamos a los trabajadores, sindicatos y empleadores a estar informados acerca de las iniciativas que presenta nuestro Gobierno para que de esta manera todos puedan aportar al debate, pero con argumentos y miradas que tiendan al resguardo de los trabajadores, el empleo y la productividad.