La semana pasada nos referimos a los mecanismos de acceso y funcionamiento del Seguro de Cesantía. En esta oportunidad abordaremos su esencia general y también conoceremos qué pasa cuando los fondos no se utilizan. Lo anterior surge, porque son pocas las personas que están interiorizadas sobre sus beneficios; prueba de esto fue una consulta que me realizaron días atrás donde se me preguntó ¿en qué se basa esta iniciativa, quién lo financia y qué pasa si no se utiliza? Ahora bien, espero con esto despejar alguna de sus interrogantes.
El seguro de cesantía surge para proteger a los trabajadores que, por causas voluntarias o involuntarias, quedaron desempleados. Una garantía que nace para suplir, en parte, algunos perjuicios económicos y sociales, producto de la perdida de trabajo y que proporciona; ingresos monetarios, asistencia para la búsqueda de un nuevo trabajo, capacitación, cobertura de salud y asignaciones familiares.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando éstos no se utilizan?, en este caso los recursos acumulados en la cuenta individual de Cesantía son de propiedad del afiliado, por lo que si éste nunca queda cesante pueden traspasarse a su cuenta de capitalización individual de la AFP o retirarlos, una vez pensionado, en un solo giro en forma libre de impuestos. En el caso de fallecimiento estos constituyen herencia, con las mismas ventajas tributarias.
Se trata de beneficios, como señalamos la vez anterior, que están directamente relacionados con el periodo de tiempo que se lleva cotizando en el sistema, la causal de termino laboral y el tipo de contrato de trabajo.