Trabajo Sustentable

Muchas veces cuando hablamos de trabajo sustentable, lo primero que se nos viene a la mente es protección medio ambiental. Éste, más allá de ser un mecanismo que apunta a la no contaminación ni alteración de las bases del ecosistema, es un concepto que no deja de englobar características que vale la pena tener en consideración si lo aterrizamos al plano laboral. Me refiero a la relación que debe existir entre los diferentes actores que funcionan dentro de una empresa; una conexión que apunte a lograr objetivos concretos y que involucren retribuciones para todos.
Independiente de los beneficios monetarios que pueda obtener una empresa (por el cumplimiento de metas, por ejemplo), es importante que en el entorno laboral todos los roles sean respetados y valorados. Mirar a todos por igual y darles una importancia equitativa – no importando su grado jerárquico – sin duda constituye un paso adelante en materia de desarrollo empresarial. Frente a esto último he podido comprobar que, en nuestra región, varias empresas ponen en práctica esta facultad y para eso, quienes comandan sus filas, mantienen un diálogo abierto y cordial con todos sus integrantes. Ciertamente, la puesta en marcha de este mecanismo es agradecida por los trabajadores, quienes, como resultado de ello se sienten más identificados y comprometidos con los objetivos de la entidad.
A eso es lo que queremos apuntar como país; al compromiso y al buen trato, donde cada trabajador sea considerado y respetado. Asimismo, es necesario que éste último, junto al empleador, cumplan con sus deberes de manera recíproca y transparente. El trabajo sustentable lo hacemos todos y cada uno de nosotros, y para eso es de vital importancia el buen trato y el cumplimiento efectivo de la normativa vigente. De esta forma se mejorará sustancialmente el clima laboral, y de manera aparejada la productividad de la institución.