Seremi del Trabajo dijo que Informe Final de Seguridad Laboral “Enriquecía a todos”

La semana pasada en el Palacio de La Moneda fue entregado al Presidente de la República Sebastián Piñera el Informe Final de Seguridad Laboral diseñado por la comisión que preside la Ministra de la cartera Camila Merino junto al panel de expertos y una serie organizaciones gremiales, sindicatos y empresas, entre otro actores sociales ligados al tema, quiEnes tras un arduo diálogo, acordaron implementar 30 medidas. El documento recogió además, entre el 23 de agosto y el 22 de noviembre, las opiniones de 535 expositores pertenecientes a 234 organizaciones. Cien de ellas son sindicales, 68 gremiales y de empleadores, 36 de gobierno, 30 de expertos y mutuales y una extranjera.
Asimismo, la Secretaría Ejecutiva de la Comisión y grupos de comisionados sostuvieron reuniones y video conferencias con otras 20 entidades, entre ellas la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la Unión Europea, el Ministerio del Trabajo de EE.UU. y el Ministerio del Trabajo de la Provincia de Ontario, Canadá.
Luego de recibir el Informe Final, la Seremi del Trabajo y Previsión Social, Sandra Amar, alabó las medidas que se han plasmado en la generación de una política nacional de seguridad laboral “trayendo como consecuencia el establecimiento de una cultura de seguridad en el trabajo, más fiscalización y prevención. Quiero también destacar la metodología abierta, participativa y constructiva que empleó el Ministerio, dando muestras de la importancia de escuchar a todas la voces que participan de un diálogo. Este informe es el resultado de todas esas voces que interactuaron en la confección de un documento que enriquece al país y nos sirve a todos”, señaló Amar.

EJES PRINCIPALES
Como resultado se obtuvieron las 30 medidas, las cuales fueron organizadas en 4 puntos centrales. Éstos son: Política Nacional de Seguridad en el Trabajo, Estándares, Fiscalización y Prevención.
En lo referente a la Política de Seguridad en el Trabajo, se acordó, en lo fundamental, fijar una política (hoy inexistente), y evaluar la ratificación del Convenio 187 de la OIT en seguridad y salud en el trabajo. Sobre los Estándares, se estableció el objetivo de crear un proceso para definir y actualizar regularmente las normas de seguridad y salud laboral según los riesgos de cada sector productivo, características de las empresas y realidades regionales (hoy existen aproximadamente 32 estándares, algunos genéricos y otros específicos para distintos sectores económicos). En cuanto a Fiscalización, se la desea mejorar, unificando criterios y sistemas, fomentando la fiscalización de tipo preventiva, con la creación de un libro digital con el historial de cada empresa, y que contenga protocolos de inspección según el tipo de denuncia y obligar a las empresas a hacerse una autoevaluación anual en seguridad y salud laboral.
En materia de Prevención, se tendrán en cuenta la Promoción de la responsabilidad individual y el auto cuidado, mediante el desarrollo de un programa voluntario de certificación de competencias para los trabajadores en seguridad y salud, incentivar a las empresas a autoevaluarse y a crear planes de mejora voluntarios, incluir incentivos a la capacitación en prevención de riesgos, especialmente para las Mypes, usando la franquicia del Sence y estudiar la autorización para constituir Comités Paritarios en el sector marítimo-portuario, lo que hoy no está permitido, más la obligatoriedad de constitución de un departamento de prevención en las empresas.
Otro punto destacable es el que busca crear un Fondo Concursable para financiar proyectos de diagnóstico y planes de prevención en empresas medianas y pequeñas y la inclusión de la prevención laboral en la educación básica, media, técnica y universitaria. Sumado a esto,
se bajará el requisito de 20 mil trabajadores exigido a los gremios que patrocinan la formación de una Mutual (las tres existentes se crearon incluso antes de la dictación de la Ley 16.744), y que las mutuales ya no estén obligadas a construir infraestructura médica propia.
Por último, y no menos importante por ello, es el término de la distinción entre obrero y empleado en el ISL.