-Muchas de las críticas al proyecto han apuntado a un impacto en la empleabilidad, especialmente en regiones como Magallanes, que tiene una tasa de sindicalización superior al promedio nacional.
-Tras pasar a segundo trámite el miércoles pasado, la iniciativa comenzará su discusión en el Senado.
Un total superior a los 13.600 trabajadores se encuentra sindicalizado en la región de Magallanes, equivalente al 17% del total de la fuerza laboral de la zona. Una cifra superior a la media nacional que hoy bordea el 14%, lo cual, ante las perspectivas de crecimiento, han llevado a un levantamiento de las críticas en torno al impacto de la Reforma Laboral en la empleabilidad local, especialmente desde el sector empresarial.
Se apunta, en algunos casos, al rol de los sindicatos en las empresas y a las repercusiones que podría traer el no reemplazo en huelga para la productividad y, en consecuencia, el empleo. Ello, de aquí a marzo del próximo año cuando, de aprobarse la reforma en agosto, entraría a regular las primeras negociaciones colectivas.
Ante esto, el secretario regional ministerial del Trabajo, Carlos Abarzúa Villegas, recalcó que si bien Magallanes es una de las regiones mejor posicionadas en términos de sindicalización, todavía es una cifra “muy baja” en relación a la fuerza laboral, que bordea las 81 mil personas. Asegura que la intención es ir más allá del 20% con este proyecto.
“Pero eso no significa que le estemos haciendo un daño a las empresas, todo lo contrario, la existencia de los sindicatos nunca ha significado un decrecimiento para las empresas, como lo hacen ver algunos críticos del proyecto. Es más, el que en la región haya una mayor tasa de sindicalización incluso ha colaborado a que los procesos de negociación colectiva sean más rápidos y con menor conflicto”, afirma.
La autoridad asevera que “aquí en Magallanes las negociaciones colectivas se dan con mucho menos conflicto que en otras zonas parecidas, como por ejemplo Aysén. Aquí la mayor parte de los trabajadores logran conversar con sus empleadores antes de llegar a la movilización y logran acuerdos por la vía del diálogo, evitando radicalizar los movimientos”.
Respecto de la recepción de la iniciativa en la zona indica que “se conversó con todos los sectores, se explicó en qué consistía, tuvimos reacciones, consultas, disyuntivas, pero en general, había y hay aceptación del proyecto y muchos también nos han hecho saber que valoran la existencia de los sindicatos en la región”.
Abarzúa zanjó el tema recalcando que el proyecto estará muy lejos de generar desempleo en la región y señalando que en algunos rubros puntuales, como el sector hidrocarburos, turismo y administración pública se están ejecutando medidas para reforzar la estabilidad de los empleos y su calidad.
En cuanto a la Reforma, se espera que entre marzo y abril el proyecto entre en vigencia para incidir sobre las primeras negociaciones colectivas de la zona.