-En Magallanes, las denuncias sobre violación de normativa laboral en trabajo adolescente alcanzan un 2, 79%, mientras que en la macro zona sur, hay un 87% de tolerancia social hacia el trabajo infantil.
Casi un 10% de los niños y adolescentes de la llamada Macro zona Sur –que va desde La Araucanía a Magallanes- se encuentran en situación de trabajo infantil, de los cuales, el 8,34% están bajo lo que se considera como trabajo peligroso.
La estadística dada a conocer esta mañana por el Ministerio del Trabajo a la Mesa Intersectorial para la Erradicación del Trabajo Infantil, da cuenta de la situación actual en torno a esta problemática y de la necesidad de ponerla en relieve para atacarla.
Si bien Magallanes estaría entre las regiones con índices no tan alarmantes como otras zonas del país, la preocupación está en que esta realidad es la más difícil de exterminar por cuanto habla de una situación estructural y poco visible, atendiendo a las bajas denuncias que expone la región (2,79%).
Así lo sostiene y explica Javier Loyola, profesional del Ministerio del Trabajo, encargado de este programa en la zona, quien señaló que “a nivel país, las cifras hablan de un 6,6% de niños entre 5 y 17 años en situación de trabajo infantil, correspondiente a casi 220 mil menores. Aunque el índice es bajo en comparación con países latinoamericanos, éste es el porcentaje más difícil de eliminar”.
La Región de Magallanes tiene características muy diferentes a La Araucanía, donde se concentraría el mayor porcentaje de trabajo infantil. Sin embargo, el peligro está en la alta tolerancia social y, por lo mismo, baja visibilidad de problema.
En palabras del seremi del Trabajo, Carlos Abarzúa, “hay una tolerancia social sobre el trabajo infantil. Muchas veces, incluso, se justifica el trabajo infantil. Ahí hay un discurso que se aprende de parte de los jóvenes y hay muchas explicaciones que pueden dar los jóvenes, como por ejemplo que están trabajando en lugar de estar delinquiendo, entonces, se justifica mucho el trabajo infantil y hay una tolerancia social hacia éste, en particular en comunas agrícolas y comunas pobres”.
Para ello, siguió Abarzúa, la estrategia es sensibilizar a los adultos en esta temática y a la vez, iniciar una estrategia masiva para poner en relieve la situación y hacer cómplice a la sociedad en la erradicación de trabajos que pongan en riesgo la integridad de los menores.
Así, según Gonzalo Bascuñán, director regional del Sename, lo que se hará a partir de esta política es “generar las campañas sociales que nos permitan sensibilizar al mundo adulto, donde de alguna manera se ve naturalizado el tema y posibilitar que los niños tengan asegurado su desarrollo pleno, vale decir, terminar su colegio, estar protegidos y no empezar con oficios o trabajos que finalmente terminen deñando eso que queremos que desarrollen”.