Más de 40 tickets de ingreso al recinto amurallado de Zona Franca en poder de un ciudadano colombiano y una credencial de comerciante, que correspondía a una trabajadora indocumentada de origen boliviano, fueron las fallas encontradas por la Seremi y la Dirección del Trabajo de Tarapacá en una fiscalización rutinaria, efectuada en el mencionado lugar.
Los hechos quedaron al descubierto, luego que el seremi del Trabajo, Marcos Gómez, junto al director del Trabajo, Horacio Ara, efectivos de la PDI y seguridad del recinto franco, realizaran una inspección en el lugar, en donde se detectó entre otros, a un colombiano que trabajaba como cargador, con más de 40 pases de ingreso a Zona Franca, todos válidos para poder entrar o salir del lugar, el cual, además, no tenía las credenciales ni permisos necesarios para efectuar labores en el recinto amurallado, además de no contar con visa para trabajar en el país.
Mientras que otra fiscalización, efectuada en una importadora de Zona Franca, se descubrió a una boliviana, que trabajaba por más de dos meses como vendedora, la cual contaba con una credencial de “Cliente”, solicitada por la misma empresa. Esta irregularidad quedó al descubierto, luego de consultar los horarios de entrada y salida de la mujer, que fluctuaban de lunes a sábado en horario de oficina y que hasta esa fecha aún no se le cancelaba el sueldo. Posteriormente se descubrieron tres trabajadores más en la misma situación.
“Estas irregularidades que se están dando en el recinto amurallado son muy graves, y vulneran los derechos de los trabajadores, ya que al no estar formalizados, no están cubiertos en salud y seguridad laboral. Es muy preocupante lo que ocurre con quienes ingresan y salen del recinto donde efectivamente vemos que no existe un buen control, por ello evaluaremos las acciones a seguir como autoridad”, dijo el seremi del Trabajo y Previsión Social, Marcos Gómez
Asimismo, las autoridades evalúan definir un inspector tanto de la PDI como de Trabajo con una avocación permanente e indefinida en el recinto amurallado, a fin de terminar con éstas y otras prácticas, que van en desmedro de los trabajadores.