- La iniciativa ahora será revisada por la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja.
La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó por ocho votos y una abstención el proyecto de acuerdo que busca ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que dice relación con la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
De este modo, la iniciativa pasará a ser revisará por la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja.
La aprobación del proyecto se da luego de que la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, expusiera en esa instancia legislativa acerca del Convenio 190 junto a la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes.
La ministra Jara valoró el respaldo de la comisión y señaló que “en el marco de la promoción del trabajo decente, hemos dado hoy día un paso importante con la aprobación del Convenio 190 de la OIT, que promueve espacios laborales libres de acoso y de violencia, colocando el estándar de la normativa chilena en consistencia con las normas laborales internacionales y con el derecho fundamental a la seguridad y salud en el trabajo, de forma integral”.
En tanto, la subsecretaria Fuentes indicó que “estamos muy contentos con este primer paso. En el fondo, lo que este convenio busca es que, a partir de la legislación que ya existe en los estados, que Chile como muchos otros Estados ya tiene legislación para prevenir la violencia y el acoso en el ámbito laboral, pero que se pueda avanzar aún más, dictando las normas que son necesarias, tanto legislativas como reglamentarias”.
El Convenio
El Convenio 190 de la OIT es la primera normativa internacional que aborda las problemáticas en el mundo del trabajo, mediante un instrumento específico referido a las normas que regulan las relaciones laborales y ha sido ratificado por otros 19 países. Según lo indicado por la Organización Internacional del Trabajo, se deberá aplicar a todos los sectores de la economía, público o privado, formal e informal, en zonas urbanas o rurales, y cualquiera sea la situación contractual de las y los trabajadores.
Del mismo modo, el convenio agrupa la igualdad y la no discriminación, con la seguridad y salud en el trabajo en un solo instrumento y sitúa la dignidad humana y el respeto en su centro. En ese sentido, reconoce que la violencia y el acoso pueden constituir una violación o abuso de los derechos humanos y prevé, por primera vez, un único concepto compuesto de violencia y acoso.
También exige que los Estados miembros adopten un enfoque inclusivo, integrado, y que tenga en cuenta las consideraciones de género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Así, de ratificarse, el Estado de Chile se comprometerá a realizar un seguimiento y controlar la aplicación de la legislación; garantizar acceso a vías de recurso y reparación, así como a mecanismos y procedimientos de notificación y solución de conflictos; proteger la privacidad y confidencialidad de las personas implicadas; prever sanciones; prever que las víctimas tengan acceso efectivo a mecanismos de reclamación, asistencia, reparación y de solución de conflictos, con enfoque de género; reconocer los efectos de la violencia doméstica y, en la medida de lo posible, mitigar su impacto en el mundo del trabajo; y velar por que la Inspección del Trabajo y otras autoridades pertinentes estén facultadas para actuar en caso de violencia y acoso en el mundo del trabajo.